sábado, 12 de marzo de 2011

Poema 31

Las bestias de la tierra pasaron de madrugada
Relamiendo los bordes del cerro muerto
Llevaron entre las lenguas las sales
        El verde resplandor de la hierba
        La huella de una corteza
        Latidos aletargados
        libélula

Entrañas dentelladas y fogonazo
Ardieron con miseria de oro
Similar a las lágrimas
Las bestias acompañan en llanto lastimero
Los hijos mal nacidos de la madre
Aquellos que desgarraron las entrañas
Aún no paridos

Las bestias de la tierra desconocen
Otra esperanza Sobre la podredumbre de herrajes y moscas

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