jueves, 24 de febrero de 2011

Levedades

Guayasamín- Madre y Niño

En vano pasaron sobre el rostro
Las temperamentales brisas del recuerdo.
Lentas, sin brújulas, desbandaron
Entre pestañas
Rubores
Risas
Un cúmulo de pétalos
(Agrios pétalos)
Amasijo, quiérase a veces,
Cementerios de perfumes oxidados.
Preferibles para horas nocturnas
O rubores leves
Desbandaron, dijera;
Y el espejo retrocedió sobre
El reflejo amarillo torbellino
De caos sin resolver.
De los pies hacia el norte
el murmurado centinela
miraba la levedad del instante,
como precario sobreviviente,
de las brisas remontadas.

miércoles, 23 de febrero de 2011

De Barro

Le quemaba el hambre,
las manos le arrancaban
en gajos
los sueños
y se sentaba en la vereda
esperando.
El canto le abría huellas
y la niña
lo miraba todo
con ojos redondos de
cíclico misterio terrestre
y oceánico,
riendo
donde otras niñas
se vestían de blanco.
aquella niña de barro
llevaba los pies descalzos
y se le abría la piel
en rojos volcanes
provocados por el sol.


Apenas su pena
Rueda sobre el lomo del asfalto
Un perro amarillo
Olfatea
El gris terrestre humano
enlazándose
Ebrio de tibieza
Cauto, hambriento
Hasta el mínimo aliento
De sus fauces.
Sobrevuela
En elipsis, obstinado
Rumor sobre las sienes
Y desbandado
Agrieta
El sigiloso acero
machacado por los martillos.
Se sacude incitando
Las nubes que ofrece
en ceremoniosa palabra
Y lo que rodó
Se detiene
Pronunciando la miseria.
Luego la soledad.

lunes, 21 de febrero de 2011

La Silla

La silla desencajo la levedad de la tarde
Resistiéndose a la memoria de la madera
No tuvo otra razón
Simple y demorada
Que ser mezquino regazo
Pobre alma lumbre añosa
De noches insomnes
Desvencijada
Como el sueño
Aún en el lagar de estrellas.


miércoles, 16 de febrero de 2011


Ocho puertas golpeo la esperanza
Y el miedo cerró todas de un portazo
Los oscuros cuervos
No tardaron en devorar
Los restos
sobre la calle
Quedaron arropados como un niño.
Seguro de ser motivo de llanto
Y elegidas las flores para su entierro
olvidó los rastros de su temprano
Deseo de cambiar el mundo.


Niña de voces desvestidas

Sobre la memoria inútil del tiempo
Con la sangre de un hombre sobre
Los hombros
Le miraron en cíclope
Envidia las razones.

Ella insomne y soñando en carcajadas,
Sobre la frente de sus conclusiones, trazo una rayuela
Sin cielo sobre su pollera.

lunes, 14 de febrero de 2011

Instante



Aguda pasa filosa la luna
Sobre la vertiente
Sangra algo sin nombre
Y bajo su sombra
Aguarda.
El trayecto:
Esbozado, breve
Escaso.
El corte: fértil juramento
Agriado.
Pronto a rencor amparado.
La estela ardiente
Se disipa en el minuto
Que se diluye la memoria
Y la quietud se vuelve.
Nueva
Audaz
Sobre la liquida existencia
De su cuerpo.

Poema Sobre el LLanto

 Cuando por la calle
Riega el día la lluvia,
Fragancia de tierra.
Un temblor,
Oscuro de entrañas,
De oleosas nubes,
Ciernen sus armas
Sobre los techos.
Se despintan los recodos,
Derramados,
Como heridas del pasado
Sobre los muros.
Sobre los muros se le va muriendo.
Como un canto.
Paso tras paso.
Ocaso y abrazo.
Ciudad de soles desbandados
Sobre los muros
Sobre sus llantos
Verdinegro musgo
También es mi llanto.

EL Final


Tristeza de sordos mirando el sol
Alrededor estalla el mundo
Y solo flores amarillas
Revolotean sobrevivientes