La espera en cada puerta
Una moneda me alimenta de ficciones
Una imagen se confunde
Un niño se muere en el hambre justa
la mujer cierra su vientre
El hombre olvida al hombre.
Su plegaria justifica el anhelo
el grito amanece de los escombros
Una luz estimula las sombras
el viernes sentencia el horizonte
Un silencio se avecina
Un río de sangre regresa
La historia se repite
Tres palabras se descuelgan de la bronca
Ocho números definen mi nombre
Tu noche refugia dos cuerpos
Un misterio palpita en sus ojos
Una madre busca los restos
El asesino traza su muerte
Una canción recobra la memoria
Una mentira crece entre los años
Los muertos multiplican sus cruces
Un poema erosiona su sexo
mi color estalla en el aire,... y desaparece.
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